domingo, 9 de junio de 2013
Crear y conservar lo creado
Con cada concurso que puedo seguir de cerca y cada noticia que circula por las redes, videos, fotos, conferencias magistrales y demás, reflexiono sobre las tendencias gastronómicas que al igual que la tecnología son viejas a la vuelta de la esquina; asimetría, deconstrucción, fusión...
¿Es acaso el sumo objetivo del cocinero complacer los gustos de la moda? ¿Es el chef un diseñador al cual le recordarán por sus recetas generaciones futuras?
Las abuelas eran las dueñas de lo que hoy todo cocinero, era su secreto tan guardado para pocos y su difusión de boca a boca, de generación en generación. Hoy es mas difícil crear, porque todo lo que pocos crean todos lo saben en seguida, es más fácil copiar, es lo que muchos hacen, citando a Jacques Maximin en su discurso "crear es no copiar" creo que muchos prefieren lo más fácil, el menor esfuerzo, pero existe una línea muy frágil que puede llegar a romperse al momento de crear como lo afirma Joan Roca, y es la de crear algo tan abstracto que tu comensal no lo pueda interpretar, debes saber entonces que depende del nivel de lingúística y semiótica que ambos bandos manejen.
La creación de nueva cocina tiene dos bases fundamentales; romper el molde y hacer algo totalmente distinto y juntar técnicas con productos resultando en nuevos platos, nuevas técnicas, tendencias. ¿Qué pasa al juntar estas técnicas y productos tantas veces?, ocurre lo que a las razas, diversidad infinita, interminable cambio y transformación de la cocina de la mano con la transformación de las culturas, todas diversas, todas mestizas.
Conservar la identidad cultural de la cocina parece ser lo que cada embajador cocinero referente logra con cualquier grado de dificultad, a su vez el reto de quienes creen que es justo y necesario conservar las raíces culturales, entre tantas formas a través de la cocina.
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